Blue Jasmine (2013) es una película estadounidense escrita y dirigida por Woody Allen que cuenta la historia de Jasmine (Cate Blanchett), una mujer perteneciente a la alta sociedad neoyorquina que, tras caer en bancarrota decide mudarse a vivir con su hermana en San Francisco.
Tener mucho y tener poco; tener poco o tener mucho. Esto es lo que nos plantea la nueva obra de Woody Allen de principio a fin. Despojada de esa comicidad presente en gran parte de su filmografía, Blue Jasmine es una mirada directa a la naturaleza de la persona y a su actitud frente a los cambios. Una temática simple pero con mucho jugo que en esta ocasión Woody Allen no consigue exprimir.
A lo largo de la película se recurre al flashback en numerosas ocasiones para que comprendamos el presente de la protagonista a través de lo que le ocurrió en el pasado. Como resultado del repetido uso de este recurso narrativo, el montaje queda un poco torpe, ya que frena a la historia en cada intento que hace de arrancar. Esto desemboca en una narración plana que, para más inri, carece del aliño que suele aplicar Woody Allen a sus relatos.
Por encima de todo lo comentado en los anteriores párrafos, está la actuación de Cate Blanchett (nada debería impedir su nominación al Oscar). Es su interpretación la que sostiene los noventa y pico minutos que dura el filme y la que consigue acercar al espectador al significado que el director quiere dar al metraje. Ya que si fuese por los demás actores (salvando a Sally Hawkins, que interpreta a la hermana de Jasmine), la calidad de la cinta descendería de manera drástica.
Nota: 6/10.